Transporte público de calidad, Ya!
En poco menos de tres meses la Ciudad de México ha visto dos emergencias graves.
La primera fue la falta de agua, la segunda, el aire más contaminado de los últimos 14 años.
¿Cuáles son las opciones que tiene una Megalópolis de 25 millones de habitantes donde el gobierno mantiene políticas demagogas y autoritarias hacia la movilidad de sus habitantes?
Las consecuencias de los cambios abruptos del medio siempre han tenido una reacción en la sociedad mexicana, en especial en los habitantes de la Ciudad de México. El sismo de 1985 fue una emergencia que sino ambiental, cambió rápidamente el contexto de la Ciudad. Miles de familias desplazadas y miles de desaparecidos. El gobierno rebasado, tardó horas en reaccionar. Los ciudadanos fueron los primeros en actuar y responder en la catástrofe.
Hoy hemos sido castigados por el gobierno, porque contaminamos. Usamos autos que generan gases que afectan la salud, la acumulación de partículas en el aire nos afecta directamente. El gobierno de la Ciudad combate - con una falta de creatividad total - el problema, que es mucho más complejo
Como comentaba en el post anterior, la Ciudad es un sistema y como tal adopta estrategias que conducen a su éxito generalmente. Estas durarán muchos años, hasta que otro sistema en el entorno encuentra una solución a las estrategias del primer sistema y ofrece competencia. Este punto es fundamental. Si el primer sistema se adapta a los cambios, entonces sobrevivirá; si no, se extinguirá. Si adaptamos esta situación a los sistemas socio ecológicos y económicos de la capital, vemos que los sistemas están en constante competencia y en la Ciudad de México es palpable en el sistema de transporte, existiendo una directa competencia entre lo público y privado, donde la variable es el cambio climático global.
Si cada sistema se resuelve de forma independiente (por ejemplo, cancelando los viajes de todos los automóviles privados de la Ciudad) entonces otros sistemas tendrán perdidas visibles (el económico a corto plazo, deberá adaptarse a esta nueva variable) siendo así que la resiliencia de los sistemas será directamente proporcional a la gravedad de la crisis y la supervivencia del mismo dependerá de su velocidad de adaptación. Esto puede crear una serie de crisis continuas – como hemos observado en los últimos meses – donde la variable siempre ha sido el cambio climático global y la sobre explotación de recursos naturales. Veremos ahora como se adapta de nuevo el sistema de transporte privado a la realidad de las nuevas reglas del entorno. Lo lamentable es que esto no impacta al mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de la metrópoli ya que las políticas de gobierno que no son integrales, irremediablemente son inútiles.
Los autos seguirán siendo fuente de contaminación siempre que ocupen gasolina, mientras esto sucede, el sistema que deberá adaptarse para mejorar la calidad de vida de los habitantes, será el transporte público.
Por eso es urgente y debemos exigir: Transporte público de calidad, ya!